Buen día gente, que cuentan de nuevo? Hoy que tengo un rato al pedo quería hablarles sobre la TV. Como muchos sabrán, yo veo poca tele: miro deporte y los simpsons, y alguna que otra pelotudez a la pasada. Pero nada más, porque no hay mucho más que llegue interesarme.
Pero hay un problema. Por más que a uno le chupe reverendamente un huevo el resto de las cosas que hay en la TV, de una u otra forma te terminás enterando de las giladas que hacen los esbirros de Tinelli, las novedades de la última novela, o lo que morfa Mirtha Legrand.
Para mi es algo parecido a lo que pasa con el humo del pucho: la tele de segunda mano te hace bosta. Uno no la mira, no la disfruta, no la quiere cerca, pero igual se come los efectos dañinos. Según los expertos, la tele de segunda mano es la principal causa de tumores en el buen gusto.
Pero es inevitable, no hay nada que hacer. Yo he consumido mucha TV basura por culpa de otros esta semana, y ya estoy sintiendo los efectos colaterales. Por eso, antes que mis sesos sirvan solamente para relleno de los canelones de la abuela, quiero aprovechar la pocas neuronas sanas que todavía me quedan para hacerles una pregunta que me ha estado dando vueltas en la cabeza durante mucho tiempo:
¿QUE CLASE DE SUBNORMAL HAY QUE SER PARA ENTRAR A GRAN HERMANO?
Eso nomás. Si alguien quiere contestar, conteste. Yo me voy a dormir a ver si regenero algunas de la neuronas que se me han quemado. Si todo sale bien, nos vemos la próxima.
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